Viernes, Agosto 2, 2013
Viaje seguro
LA PRESENCIA DE DIOS ACLARA EL CAMINO. ESTOY PROTEGIDO Y A SALVO.
Al emprender un viaje, tomo ciertas precauciones. Cuando viajo en automóvil, utilizo el cinturón de seguridad, lleno el tanque de gasolina, reviso el aceite y me aseguro de que las llantas tengan suficiente aire. Si viajo por avión, presto atención a las instrucciones, fijándome dónde están las salidas más cercanas.
Antes de salir de casa, implemento otra medida de seguridad —orar. Afirmo que el poder y la presencia de Dios aclaran mi camino y lo hacen seguro. Me imagino rodeado por una luz protectora que resplandece desde mi interior. Como un viajero espiritual, estoy receptivo a la guía divina y bendigo a todas las personas que encuentro en mi camino.
Nos ha guardado durante todo el camino por donde hemos andado.—Josué 24:17
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