Agosto 25, 2013
Libre
GRACIAS AL PODER DEL CRISTO EN MÍ, SOY LIBRE ETERNAMENTE.
Gracias al Cristo en mí estoy libre de limitaciones. Las circunstancias no me atan ni soy víctima de influencias negativas. Soy libre con la libertad del Espíritu, y ésta es mi verdad más profunda. Me regocijo y doy gracias por ella.
El Cristo morador es libertad. Si enfrento una situación indeseable, determino no darle poder. Declaro mi libertad con firmeza. Soy una expresión del Cristo. Ésta es mi verdad. Las apariencias externas no pueden hacerme daño, porque mantengo mi atención en el poder del Cristo. Camino con serenidad y sin temor. Estoy lleno de fe y confianza. La fuente de mi libertad es el poder infalible del Cristo morador. Gracias a este poder, supero cualquier condición limitante y soy libre.
Ustedes, hermanos, han sido llamados a la libertad.—Gálatas 5:13
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