Jueves, Octubre 24, 2013
Guía
ESTOY RECEPTIVO A LA SABIDURÍA DEL ESPÍRITU.
Si me siento confundido acerca de mis opciones o inseguro acerca de qué camino seguir, tomo tiempo para la contemplación callada. Cierro mis ojos y suelto toda preocupación, tal como si dejara un equipaje en la puerta antes de entrar a un santuario. Al deshacerme del peso, puedo entrar en el Silencio y respirar.
Mantengo mi atención en la quietud, en la cadencia de mi respiración. Digo calladamente: “YO SOY el que SOY”. El YO SOY en mí es la fuente de toda sabiduría y comprensión. No experimenta duda. YO SOY sólo conoce poder, luz y potencial ilimitado. Mi mente y mi corazón están abiertos para recibir la guía del YO SOY—una guía que está tan cerca como la respiración.
Mi boca hablará sabiduría, y el pensamiento de mi corazón inteligencia.—Salmo 49:3
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