Jueves, Diciembre 19, 2013
Curación
LA LUZ DE DIOS ME RODEA, Y SOY SANO.
La Oración de Protección comienza con: “La luz de Dios me rodea”. Cuando busco curación, tomo en consideración el poder de esta afirmación. La luz de Dios no sólo me rodea, sino que infunde mi ser mismo. Me ayuda a ver más allá de las apariencias y a recordar mi plenitud innata, aun ante la enfermedad o el malestar.
La luz de Dios irradia a través de mi mente y cuerpo, llenándome de energía y avivando mi salud. Soy una creación de Dios. Mi cuerpo sana y mi mente rejuvenece porque ello es parte de mi naturaleza esencial.
A través de todo, la luz de Dios me rodea y soy sano. Doy gracias por la actividad divina que me acompaña durante los retos y las bendiciones de la vida.
Entonces brillará tu luz como el amanecer y tus heridas sanarán muy pronto.—Isaías 58:8
No hay comentarios:
Publicar un comentario