Viernes, Julio 5, 2013
Guía
LA TIERNA PRESENCIA DE DIOS ME GUÍA Y ME DIRIGE.
En momentos de confusión, quizás me pregunte: ¿Qué voy a hacer? o ¿por qué tomé esa decisión? Puedo luchar con estas preguntas y abrumarme por la preocupación y la culpa, o puedo dirigirme a mi interior y permitir que el Espíritu me guíe.
En momentos callados de oración, abro mi mente y corazón a la guía divina en mí. Al descansar en contemplación silenciosa, estoy receptivo a las sugerencias sutiles de la sabiduría divina. Cuando escucho con un corazón abierto, algo tan sencillo como el comentario de alguien o la letra de una canción puede ofrecerme una respuesta.
La tierna presencia del Espíritu me guía y me dirige. Sé lo que debo hacer y procedo con confianza.
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.—Gálatas 5:25
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