domingo, 30 de junio de 2013

Domingo, Junio 30, 2013

Bendecido
UN CORAZÓN GENEROSO LO BENDICE TODO.
La generosidad nutre nuestras vidas del mismo modo como la calidez del sol nutre los tiernos retoños para que florezcan. Bendecidos por la luz del sol, logran su potencial y esparcen su belleza.
Siento gratitud por los actos de generosidad que me han apoyado en momentos de necesidad. He sido bendecido con una palabra de apoyo y con una oportunidad inesperada, así que yo también las ofrezco a los demás. Mientras más libremente doy a la vida, más libremente la vida me da a mí.
Retribuyo la bondad que he recibido siendo afable con los demás. Así como una flor de brillantes colores evoca una sonrisa, un acto de bondad suscita aprecio. El ciclo continúa, y todos somos bendecidos.

Así tendrán ustedes toda clase de riquezas y podrán dar generosamente.—2

sábado, 29 de junio de 2013

Sábado, Junio 29, 2013

Consuelo
EL AMOR DIVINO CONSUELA MI CORAZÓN Y MI ALMA.
El amor de la familia, los amigos y las mascotas me hace sentir apreciado y apoyado. Y, durante momentos de necesidad, el amor divino se derrama sobre mí de la Fuente misma de vida. Abro mi corazón para dejar que el amor que Dios es me consuele. Descanso en la conciencia de que soy uno con la presencia serena de Dios.
Siento seguridad al saber que el amor divino me envuelve y me llena. Me reconforta saber que las personas y los animales que amo están seguros al cuidado de Dios. Nada puede separarnos de Dios ni de Su amor. Cuando necesito consuelo, descanso en la presencia del amor divino, y siento paz.

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir … nos podrá separar del amor de Dios.—Romanos 8:38, 39

viernes, 28 de junio de 2013


Viernes, Junio 28, 2013

Dejar ir
SOY LIBRE AL DEJAR IR Y DEJAR A DIOS ACTUAR.
Acepto este día como un regalo. Camino con Dios en cada momento, actividad, reto y oportunidad. Mi afirmación proviene de “La oración de fe”: Dios satisface mi necesidad.
Al recordar a Dios en todo lo que hago, me libro del temor. Dejo ir la preocupación al centrar mi atención en la presencia todopoderosa y omnisciente que guía mi camino. Soy libre para expresar mi talento innato; libre para actuar partiendo de una base de sabiduría, fortaleza y fe. Soy libre al dejar ir y dejar a Dios actuar. Al final de este día, descanso serenamente gracias a mi mente despreocupada. La ayuda está siempre disponible cuando me sosiego, dejo ir mi esfuerzo personal y estoy receptivo a Dios.

Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar.—Mateo 11:28

jueves, 27 de junio de 2013

Jueves, Junio 27, 2013

Pasión
DEMUESTRO UN ESPÍRITU DE VIDA Y ENTUSIASMO.
Deseo servir a Dios y a los demás y ser lo mejor que pueda. Y lo logro cuando amo lo que hago y expreso ese amor mediante mis palabras y acciones. Cuando siento pasión por algo, ésta es demostrada en lo que digo y hago. Animo y motivo a otros con mi entusiasmo y permito que me lleve a nuevas alturas.
Mi deseo más profundo es demostrar el espíritu de Dios en mí —un espíritu de vida y entusiasmo. Dios aviva mi determinación y me guía a la acción correcta.
Al permanecer conectado al espíritu de Dios por medio de la oración, recibo aliento y brío. Si mi motivación merma, un momento de oración callada enaltece de nuevo mi pasión y mi entusiasmo.

En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.—Romanos 12:11

miércoles, 26 de junio de 2013

Miércoles, Junio 26, 2013

Orden divino
EL ORDEN DIVINO ESTÁ ESTABLECIDO EN MI MENTE Y EN MI VIDA.
El desorden surge del pensar incongruente o de la falta de planificación. Si deseo poner mi trabajo o mi vida familiar en orden, he de pensar claramente. El universo opera de manera ordenada. Con esto en mente, busco alinear mis pensamientos y mi vida con el orden divino. El aquietarme me ayuda a lograrlo. Así que tomo tiempo para meditar en el Silencio.
Las leyes divinas están escritas en los corazones de la humanidad. En el Silencio, mi mente y mi corazón están abiertos a la ley del orden divino. El orden es revelado por medio de la oración y la meditación. Al proseguir con mi día, permito que dicho orden se exprese plenamente. Establezco orden divino en mi mente y en mi vida.

Pondré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón.—Jeremías 31:33

martes, 25 de junio de 2013


Martes, Junio 25, 2013

Cuidado personal
CUIDO DE MÍ AMOROSAMENTE.
El cuidado personal es un modo de vida. El bienestar general es el resultado de tener hábitos que apoyan mi salud espiritual, física, mental y emocional. Cuidar de mí mismo significa tomar decisiones saludables y armoniosas. Cuando cuido de mí, como alimentos nutritivos en cantidades apropiadas, disfruto de un sueño reparador, y mantengo mi cuerpo y mi mente activos y ágiles.
Mi cuerpo es una bendición de Dios. Presto atención a sus necesidades y lo amo incondicionalmente. Alimento mi alma con la oración y meditación. Durante el día, dejo ir la preocupación y la necesidad de manejar las vidas de los demás. El Espíritu se expresa por medio de mí perfectamente cuando mantengo mi vida en balance.

Tus ojos son la lámpara del cuerpo; si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo tendrá luz.—Lucas 11:34

lunes, 24 de junio de 2013

Lunes, Junio 24, 2013


Convicciones
LA SABIDURÍA DE DIOS ME DIRIGE HACIA MI MAYOR BIEN.
Mis creencias y convicciones sientan la base de cómo llevo mi vida. Así que determino alinearlas con la Verdad que el Espíritu me revela. Para ser un canal de bien en el mundo, permanezco receptivo a las comprensiones y las ideas divinas. A veces, puede que necesite pensar de manera diferente y cambiar convicciones equivocadas. Confío en que la sabiduría de Dios en mí me guía en la dirección correcta. Soy un instrumento del amor y la paz de Dios.
La fe surge de mi relación personal con el Dios de mi comprensión. Aunque Dios es el único Poder y la única Presencia, cada persona percibe y siente ese Poder de manera única. Respeto las creencias de los demás y permito que Dios me guíe hacia mi mayor bien.

La fe que tienes, debes tenerla tú mismo delante de Dios.—Romanos 14:22

domingo, 23 de junio de 2013

Domingo, Junio 23, 2013

Paz interna
LA PAZ DE DIOS LLENA MI SER.
La presencia de Dios vela por mí. Dondequiera que estoy, está Dios. Estas líneas de la “Oración de Protección” me recuerdan que siempre estoy en la presencia de Dios —una presencia que me ofrece paz.
Al orar, me dirijo a mi interior a un santuario de paz; y comulgo en silencio con la Presencia. Mi mente, cuerpo y espíritu reciben sosiego. Dejo ir la preocupación, el temor y la duda. Durante el día, regreso fácilmente a mi conciencia de la presencia de Dios, y me calmo inmediatamente. Desde este lugar de paz, ayudo a quienes se sienten inquietos. Permito que Dios se exprese por medio de mí como paz, comprensión y empatía.
Siempre estoy en la presencia de Dios. Siempre estoy en la presencia de paz.

Y el Señor le dijo: “Mi presencia irá contigo, y te haré descansar”.—Éxodo 33:14

sábado, 22 de junio de 2013

Sábado, Junio 22, 2013

Perdonar
EXPRESO EL AMOR DE DIOS COMO PERDÓN Y ACEPTACIÓN.
No soy la persona con talentos y gozosa que Dios creó si estoy llena de autocondenación o si me veo como víctima de las acciones de otros. Así que elijo liberar mi corazón y mi mente de rencores y resentimientos. Por medio del perdón, reclamo mi libertad ahora.
Me perdono por cualquier pensamiento, palabra o acción que no refleje mi identidad divina. Veo a los demás y me veo a mí mismo como creaciones de Dios. Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios; capaces de ser comprensivos y expresar el amor divino. Con amor y compasión, perdono. Dejo atrás cualquier barrera que me haya impuesto y que me separe de los demás. Disfruto de la vida plenamente.

Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.—Mateo 6:12

viernes, 21 de junio de 2013

Viernes, Junio 21, 2013

Verano
SIENTO AGRADECIMIENTO POR LA LUZ DEL SOL Y POR LA LUZ DE DIOS EN MÍ.
Para las personas quienes viven en el hemisferio norte, el verano comienza hoy, trayendo temperaturas más cálidas y días más largos. Es tiempo de sembrar, arreglar los jardines, pasar tiempo al aire libre y disfrutar de las actividades de verano.
Siento gratitud por la luz del sol sin importar la estación. Soy sustentado por dicha luz, al igual que la cosecha que crece en el campo del agricultor. Me regocijo en la gloria del cielo azul de un día de verano.
También siento gratitud por la luz divina que me ilumina desde mi interior. No importa el mes del año ni la estación de mi vida, la luz de Dios me rodea, me envuelve y me ilumina.

Haya lumbreras en el firmamento de los cielos para separar el día de la noche, que sirvan de señales para las estaciones … para alumbrar sobre la tierra.—Génesis 1:14, 15

jueves, 20 de junio de 2013


Jueves, Junio 20, 2013


Paz mundial
LA PAZ EN LA TIERRA COMIENZA CONMIGO.
Las palabras de un himno religioso me recuerdan que juego un papel importante para la paz mundial: “Que haya paz en la Tierra, y que comience conmigo”. Primeramente he de tratarme con amor y compasión. Al perdonarme y dejar ir la necesidad de ser perfecto, juzgo menos a los demás.
Al aceptar a los demás y a mí mismo, reconozco y aprecio nuevas perspectivas. Estimo la gran diversidad de individualidades. Aunque nos expresemos de distintas maneras ­—mediante nuestros puntos de vista, lo que nos gusta y lo que no nos gusta— estamos interconectados. Somos uno. Al abrir mi corazón a la aceptación y al aprecio, contribuyo a la paz mundial.

Y Dios, que es quien da constancia y consuelo, los ayude a ustedes a vivir en armonía unos con otros, conforme al ejemplo de Cristo Jesús.—Romanos 15:5

miércoles, 19 de junio de 2013

Miércoles, Junio 19, 2013


Equilibrio
AL DESCANSAR EN DIOS, REAVIVO MI ALMA.
Si estoy apurado y preocupado por completar todo lo que tengo en mi lista, aminorar el paso puede parecer contraproducente. Sin embargo, hacerlo me calma y me ayuda a centrar la atención.
Hago una pausa de todo a mi alrededor y creo un espacio sagrado en mí. Al avanzar más conscientemente y respirar más profundamente, restablezco mi energía y reavivo mi alma —descanso en Dios.
Así como el espacio entre las notas musicales crea equilibrio y armonía, un momento de calma proporciona paz a mi alma. Me regocijo por el balance correcto entre hacer y ser. Cuando estoy listo para regresar a mis tareas, cumplo con mis obligaciones con eficiencia y entusiasmo.

El Señor es bueno; es un refugio en horas de angustia: protege a los que en él confían.—Nahúm 1:7

martes, 18 de junio de 2013

Martes, Junio 18, 2013

Sencillez
MI RELIGIÓN ES EL AMOR.
Cuando se le pidió que nombrara el mayor mandamiento, Jesús dijo que era amar a Dios y amar al prójimo como a ti mismo. La sencillez de este principio es profunda.
Amo a Dios. Soy una parte maravillosa del misterio, el orden, la magnificencia y la danza dinámica —de crear y recrear— que Dios es. Con cada pensamiento de gratitud, mi amor por Dios se profundiza.
Amo la expresión única del Espíritu que soy, y aprecio los dones y el propósito que estoy aquí para compartir y cumplir. Amo la diversidad de mis hermanos y hermanas, cada uno único a su manera. Cada día practico la bondad y la compasión, la paciencia y el perdón. Elijo el camino del amor.

De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.—Mateo 22:40

lunes, 17 de junio de 2013


Lunes, Junio 17, 2013


Guía
LAS RESPUESTAS VIENEN A MÍ EN EL SILENCIO.
Sacio mi sed de comprensión al beber de la fuente de conocimiento en mí. Me sirvo de este manantial durante momentos de reflexión en el Silencio. En armonía con la sabiduría divina, dejo atrás soluciones generadas por el intelecto o el ego. Dejo ir la autocrítica acerca de lo mucho o poco que sé. Afirmo la Verdad: Soy sabio y estoy bien informado; sé lo que necesito saber.
En la claridad del Silencio, cualquier pensamiento turbio que bloquee mi guía es eliminado. Un conocimiento interno, que es más seguro y firme que cualquier creencia falsa, surge en mí. Confiado y claro acerca de lo que tengo que hacer, actúo según la guía que recibo y procedo con comprensión divina.

Nos visitó desde lo alto la aurora, para dar luz a los que habitan en tinieblas … para encaminar nuestros pies por camino de paz.—Lucas 1:78-79

domingo, 16 de junio de 2013

Domingo, Junio 16, 2013

Bendición para el padre
BENDIGO A MI PADRE Y A LOS PADRES POR DOQUIER.
Cuando pensamos en los padres, quizás imaginamos el padre ideal —alguien quien siempre está disponible; deseoso de guiar, enseñar y ayudar. Alguien que nos anima y apoya.
Hoy reconozco el bien que mi padre me ha dado, las lecciones que me ha enseñado y el amor que me ha brindado. Nadie hace todo perfectamente todo el tiempo. Cada padre hace lo mejor que puede con el conocimiento y la experiencia que tiene. Sé que yo también soy una obra en progreso, aunque prometo llegar a ser la mejor persona que pueda.
Ser padre es un papel sagrado. Los padres tienen la responsabilidad de sentar una buena base desde la cual los niños crecerán y prosperarán. Hoy doy gracias y bendigo a mi padre y a los padres en todas partes.

Honra a tu padre.—Mateo 15:4

sábado, 15 de junio de 2013

Sábado, Junio 15, 2013

Prosperidad
LAS BENDICIONES DE DIOS LLENAN MI VIDA; SOY PRÓSPERO.
Mi vida está llena de prosperidad ilimitada. La belleza de la Tierra, el amor de mis familiares y amigos, las oportunidades ante mí, y hasta las lecciones que aprendo todos los días, aseguran mi prosperidad.
La prosperidad es mucho más que posesiones materiales; es también un estado mental. Es la comprensión de que las bendiciones de Dios llenan mi vida. Me siento próspero cada vez que disfruto la belleza de un amanecer o siento que una oleada de energía divina fluye en mente y cuerpo. Me siento próspero cada vez que tengo nuevas ideas y experimento mayor bienestar y confianza. Me siento próspero al orar y reconocer que soy un ser espiritual. ¡Soy maravillosamente próspero!

Reciban ustedes abundancia de misericordia, paz y amor.—Judas 1:2

viernes, 14 de junio de 2013

Viernes, Junio 14, 2013

Belleza
SOY UNO CON LA BELLEZA DEL UNIVERSO.
Soy una hermosa creación de Dios, con un espíritu bello y que vive en un mundo hermoso. Cuando afirmo estas palabras, me veo como soy verdaderamente —un ser espiritual, lleno de la vida renovadora de Dios. Mi cuerpo es un templo sagrado; mi mente es una herramienta poderosa; mi corazón es un canal abierto.
Doy gracias por la belleza del mundo a mi alrededor. Desde el átomo más pequeño hasta la cordillera más grande —sé que la belleza ha sido creada de manera divina, así como lo he sido yo. Cuando recuerdo la Verdad de quien soy, siento el espíritu de Dios en mí. Soy una persona creativa y confiada, que logra todo lo que se propone. Soy la persona única y hermosa que debo ser.

Dios resplandece desde Sión, la ciudad de belleza perfecta.—Salmo 50:2