Miércoles, Abril 24, 2013
Libertad
EN EL ESPÍRITU, SOY LIBRE E ILIMITADO.
El llamado de libertad del clarín suena en mi alma, anunciando la verdad de que el amor de Dios me libera de la infelicidad, el dolor y el temor. Digo adiós a cualquier vacío del pasado, y estoy receptivo a que se hagan realidad los anhelos y las aspiraciones de mi corazón.
Al orar, puedo sentir la seguridad del amor de Dios. El amor divino fortalece mi determinación, refuerza mi valor y guía mis pasos. Transito con confianza por el camino abierto de la libertad.
Permanezco fuerte y sin temor, listo para reclamar mi libertad y llevar a cabo mi destino como creación de Dios. El amor divino siempre está conmigo, alentándome a seguir adelante y a llegar más arriba.
Así que, si el Hijo os liberta, seréis verdaderamente libres.—Juan 8:36
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